Cuando empezamos a desarrollar nuestra idea de negocio, unos de los grandes problemas que tenemos es saber gestionar las decisiones a tomar. Algunas veces son fáciles, otras complicadas, otras nos paralizan y otras muchas nos saturan, e incluso otras las tenemos que tomar cuando ya no responde nuestro cerebro, a las 3AM.
Al tener una decisión delante, lo importante no es si es importante o no o si debemos tomarla o no. Lo importante es que tenemos que ver los resultados de esa decisión y en como nos afecta. Cuando tenemos que tomar decisiones difíciles, como comprar ese coche, esa casa, ese terreno, o tener un perro, tenemos que asegurarnos de nuestras decisiones para luego no estar arrepintiéndonos, aunque estas decisiones sean malas.
Pasos para tomar una decisión
1.- Ver si la decisión es de carácter importante:
Hay decisiones que creemos marcarán un antes y un después, pero realmente sabemos si son significativa o no … ¿Cómo diferenciarlas de verdad? Pues una decisión «Vital» lo será si cumple alguna de estas condiciones:
- Altera de forma sustancial tu modo de vida y costumbres: Un hijo, un perro, un cambio de barrio, un nuevo compañeros de piso…
- Supone una parte sustancial de tus ingresos/ ahorros: Si supone más de un 10% de tus ingresos mensuales o el 20% de tus ahorros, analizado bien.
- Supone un pago del que no puedes librarte fácilmente: Una hipoteca, una suscripción cerrada de un año, la acción de un club…
2. Analizar la decisión «vital» que hemos detectado desde un punto de vista económico y no dejarnos guiar por la parte emocional.
Tu primer instinto es tomar la decisión emocionalmente y creer que «Todo saldrá bien…«. Pues párate un momento y analiza la decisión cuidadosamente. Hazte estas preguntas:
- ¿Supone un coste mensual? Un perro o una casa requieren mantenimiento…
- ¿Hay algún coste escondido en esta decisión? Muchas opciones tienen costes ocultos, como una mensualidad (ver arriba) o una garantía/seguro obligatorio, como con algunos perros …
- ¿Estoy haciendo esto por quien soy o por quien quiero ser? Muchas veces, compramos cosas no porque nos gusten, sino porque nos gustaría que nos gustasen. Parece absurdo, pero lo voy a plantear de otra manera, siempre hemos querido aprender a cocinar pero nunca lo hemos hecho, y sin embargo tenemos la cocina con los mejores electrodomésticos y todos los utensilios posibles. ¿Nos os ha pasado con otros productos?
3. Ya tienes todos los factores de decisión sobre la mesa, escríbelos y crea una lista de ventajas y desventajas:
El hecho de escribir los factores de decisión y también hacer una lista escrita de las ventajas y desventajas hace que tu cerebro las visualize, de forma que al hacer la lista te darás cuenta si estas favoreciendo las «ventajas» (muy normal cuando te emociona), por lo que en este caso es necesario utilizar una tercera persona para que lo vea desde otro punto de vista. Eso si, no caigas en la trampa de preguntar a muchas personas intentando encontrar la que se adapta a tus «ventajas». Escoge a una o dos personas que sepas que te pueden ayudar (no lo que te adulan diciendo «¡Qué guay¡, Es fácil hacerlo, o «No lo dudes, ponte manos a la obra»).
Creeréis que esto es de puro sentido común, y yo os digo que «el sentido común es el menos común de los sentidos«. Otros diréis, «el que no arriesga, no gana«. E incluso alguno dirá «¿Qué pasa con la sal de la vida, o la ilusión«. No tiene nada que ver con todo esto, tener ilusión en nuestro proyectos, retos, es muy diferente de escoger un mal camino. Os dejo dos frases que os harán pensar:
[quote style=»boxed»]Todos los caminos llevan a Roma.[/quote]
[quote]Todos los caminos llevan a Ninguna parte.[/quote]
Al final el resumen es que tenemos que tener claro lo que queremos basándonos en la Ilusión, pero decidiendo nuestro camino con datos, formación, colaboración … que nos haga tomar buenas decisiones.
¿Y tu has tomado buenas decisiones? ¿Que cambiarías de las que has tomado?
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