Cuando va pasando el tiempo acumulamos piedras en nuestra vida y no somos conscientes de ello. Esto nos hace acomodarnos y caer en un estado de complacencia que no nos permite salir de nuestra zona de confort.
Esto viene al caso porque esta semana he vendido un portátil antiguo que no estaba utilizando, y aunque le tenía cierto aprecio, al final era mejor darle una segunda vida en manos de otra persona. Este proceso suele ser complicado ya que deshacernos de cosas que queremos suele llevar una conexión emocional que es difícil de romper. Pero es necesario que hagamos de vez en cuando este ejercicio para meter nuevas ideas porque así conseguimos evolucionar y adaptarnos a los cambios.
El portátil que he vendido lo puedes ver en la siguiente imagen:
¿Porqué nos cuesta tanto adelgazar?
Porque engordar es muy fácil. El proceso de guardar cosas para el futuro por si acaso es algo que llevamos haciendo miles de años y en nuestra época con el capitalismo que nos enseña que sin productos seremos muy infelices se combinan de tal manera para que lo que creíamos que era super necesario para nuestra vida acabe convirtiéndose en otro libro más en la estantería, en otra caja en el armario o en otra ropa de invierno.
Con los años nos damos cuenta que estamos más gordos, con más trastos y con una casa donde todo está hecho, y esto hace acomodarnos evitando cualquier posibilidad de evolución. No es lo mismo perder peso a los 40 que a los 20, no porque tengamos menos posibilidades sino porque nuestra mente quiere menos cambios y por tanto a los 40 es más complicado que nos apuntemos a un gimnasio.
¿Y cómo nos quitamos piedras de la mochila?
Las piedras de la mochila básicamente son impedimentos y lastres que vamos acumulando en nuestro cerebro y convertimos en excusas para no hacer las cosas. Esto nos genera unos muros infranqueables para no salirnos de la zona de confort en la que nos sentimos cómodos. Si lo pensamos fríamente, cuando no queremos hacer algo nuestro cerebro racionalizará el problema y encontraremos una excusa adecuada para que veamos que no podemos hacerlo.
Todo esto nos limita cuando aparece una nueva tecnología o un nuevo negocio, y aunque venga con luces de colores no lo veremos pasar. A mi me ha pasado, he visto grandes oportunidades que han pasado delante mía y no las he aprovechado porque tenía demasiadas piedras en la mochila y había cogido peso para no darme cuenta de que me tenía que mover en otra dirección.
A veces las cosas que queremos hacer no son posibles, pero cuando tengas la oportunidad haz algo que para ti sea imposible, como aprender un nuevo idioma cuando te Jubilas, hacer 500 kilómetros del camino de Santiago cuando pierdes tu empleo, coger una mochila y recorrer el mundo cuando cumples 20 años, o cualquier cosa con la que no te sientas capaz de acabarla y siempre te hubiera gustado hacer. ¿Qué es lo peor que te puede pasar? ¿Qué no acabes lo que te propones? La vida no es marcarte un propósito, sino disfrutar del camino hacia el objetivo que te marques, puede que nunca lo consigas o puede que lo consigas y quieras llegar más alto, en cualquier caso lo importante será disfrutar ya que todos sabemos como acaba la vida.
Y tu ¿qué objetivos te has marcado ahora en Septiembre? Escríbelos en los comentarios y hablamos.
Deja una respuesta