Ya hablamos del Mapa de tu Vida.
También comentamos el Plan que necesitábamos.
Recuerda que con el plan tienes que analizar las diversas formas de alcanzar tus objetivos y analizar los diferentes caminos que te conducen a el Mapa de Tu Vida.
Así que para que todo encaje hace falta construir la Hoja de Ruta.
Con la Hoja de Ruta tendrás que seleccionar de entre todos los caminos que se te presenten ante tus narices, cual de todos te llevará más o menos de manera directa y con más o menos esfuerzo hasta los objetivos que te has marcado.
«En el viaje de la vida, como buen viajero, te aseguro que la aventura no a a estar en llegar, sino en el viaje y lo que encontremos en él.»
En el 2014 escribí una Hoja de Ruta un adaptándola de otra que vi.
Ahora lo que quiero es escribir una teórica para utilizarla como plantilla e ir adaptándola en el tiempo.
Mi intención es que todo esto sirva como un punto de partida para un sistema organizativo y que cada persona pueda cumplir sus sueños.
Por lo tanto lo que vamos a plasmar en la hoja de ruta es definir todos los objetivos que escribimos en el Plan.
Pero ¿Necesito una Hoja de Ruta?
Hay personas que triunfan sin esfuerzo (aunque todavía no conozco a nadie), y puede que tengas un golpe de suerte (yo más bien la llamaría trabajar tus oportunidades) y consigas el éxito.
En la vida no todo va a ser planificar, a veces hay que dejarse llevar y soltar la imaginación. Estos momentos también son necesarios.
Pero igual que vas a necesitar momentos de desconexión, una hoja de ruta va a ser imprescindible para crear un camino que te lleve hacia el Mapa de Tu Vida.
Ten presente que aunque realices una Hoja de Ruta perfecta, esta no te asegura el éxito.
Así que en resumen, desde mi punto de vista «la suerte» son oportunidades que se te presentan y que si no estás preparado para ello seguramente no las podrás coger, y se te escaparán de las manos.
Una buena planificación y una hoja de ruta, te permitirán aumentar las posibilidades de coger esas oportunidades y de rebote te generarán otras.
Y como contaré en un próximo artículo, combinado con una buena gestión de las tareas (con GTD o sin él), con liberar la mente, te permitirá ser más productivo y tener menos estrés. No te olvides de que este blog y los artículos que escribo tienen el objetivo de que consigas un negocio que ames, que puedas ser libre con tu tiempo y por lo tanto vivas mejor.
¿Por dónde empiezo la hoja de ruta?
Antes de empezar a escribir como un loco, tienes que tener en cuenta que esto al final es un sistema que puedes modificar a tu antojo, y este lo he escrito basándome en otros al no encajar ninguno con mi forma de hacer las cosas.
Todos los que he probado los he ido dejando porque no conseguía los resultados esperados, siempre me hundía en los primeros pasos. Así que poco a poco el resultado que he obtenido es este sistema.
Por lo tanto la hoja de ruta va a consistir en seleccionar de entre todos los caminos que hemos escrito en el Plan, el que creemos el que nos llevará de forma más o menos directa y con más o menos esfuerzo hasta el destino del Mapa de Nuestra Vida.
Y recuerda que lo más importante como viajero de la vida que eres, es que la aventura no está en llegar, sino en el viaje y lo que encontrarás en él.
Una vez que tengas escrita la hoja de ruta solo te quedará ejecutarlo, porque si no empiezas con un paso, nunca empezarás el viaje de tu vida aunque tengas el mejor plan.
Ahora también tienes otra parte importante y son los datos de tu vida. En un negocio esta parte sería fácil ya que tendríamos indicadores del año, como pueden ser:
- Los ingresos del año.
- Ingresos de media mensuales del año.
- Número de clientes ganados.
- Número de clientes activos.
- Número de suscriptores web.
- Cifras del tráfico de tu sitio web.
Pero para tu vida tendrás que ver otro tipo de métricas, como pueden ser:
- Horas que has pasado en casa con tus hijos.
- Horas que has pasado haciendo algo que te llenaba.
- Horas que has ido al gimnasio.
- Resultados del Negocio que Amas.
- Horas de infelicidad por un trabajo que odias.
Y todo lo que se te ocurra. Incluso puedes tener unas métricas generales y luego otras particulares para cada actividad.
Pero recuerda, si no tienes números, ¿con qué vas a comparar? ¿Cómo sabes si estás mejorando? Al final lo que no se puede medir no se puede mejorar, y que estos indicadores te deben llevar hacia el Mapa que te has imaginado.
Pasos a seguir con la hoja de ruta
Yo no voy a entrar en como crear una planificación perfecta, ni hablar de Gantt, ni de caminos críticos y demás temas relacionados. Esto lo dejo para gente más experimentada.
Para emprendedores en la nube, tenemos que crear nuestra propia planificación, pero si acabas de empezar y no tienes ni idea de como hacerlo, solo será necesario tener a mano varias hojas de papel (en mi caso tamaño A5), un lapiz y escribir todo lo que tienes que hacer según este proceso:
1. Destino Final. Tendrás que visualizar cual es el destino final de los objetivos que hemos definido en el plan. Escribe en letras grandes a dónde queremos llegar. Si no sabes a dónde vas, difícilmente puedes crear un camino, y si te pones a andar sin saber a dónde, puede que vayas andando hacia el lado opuesto. Yo suelo escribirlo en la parte de abajo de la hoja, pero esto ya va en gustos.
Nota: Al final cada uno tiene su propia forma de escribir notas en un papel, no creo que pueda decir a nadie como y dónde escribirlo. Lo interesante es el contenido y no que forma tiene el texto en tu papel.
- 2. Hitos intermedios. Sea cual sea el destino, tienes que ser capaces de encontrar hitos intermedios que deberás alcanzar antes de llegar al final. Por ejemplo para tener un blog de éxito, primero tienes que tener el blog funcionando como paso previo para llegar a tu destino final. Ojo, en este apartado hay que poner hitos pequeños, ya que estos serán paso obligado para llegar a nuestro objetivo final, así que en definitiva son pequeños (o no tan pequeños) proyectos en si mismo. La suma de todos estos hitos es lo que hará que nuestro objetivo se cumpla.
Nota: cuando me pongo a pensar en los hitos intermedios, llegan a mi cabeza como una lluvia de ideas y pequeñas tareas previas o intermedias que serán necesarias para esos hitos. Te recomiendo que las apuntes en una hoja aparte, sin necesidad que sea en orden, para no perderlas y poder incorporarlas más adelante a la hoja de ruta.
- 3. Punto de partida. Aquí ya empezamos a trabajar en el camino a seguir hasta el destino final. Teniendo el punto de partida, los hitos intermedios y el destino final es bueno poner una o dos tareas que serán el siguiente paso a seguir. Así sabrás dónde estas y de dónde sales. Como puedes ver para tener una ruta hace falta un punto final, puntos intermedios, pero también un punto inicial, sino entonces no sabrás de donde empiezas. Puede parecer difícil así dicho, pero solo tienes que escribir la tarea que necesitas hacer mañana mismo para continuar en tu hoja de ruta. En el caso del blog, la tarea a elegir es escribir cada día en el blog para acostumbrarme a organizar mis ideas. Recuerda que la tarea puede ser casi un hito, pero esto es lo de menos.
- 4. El camino. Una vez tenemos el inicio, los pasos intermedios y el final, hay que empezar a dibujar el camino. Tanto para los hitos intermedios como para nuestro punto de partida, debes de ser capaz de desgranar cada uno de los pasos y tareas a realizar para lograr todos los puntos. Escribimos todas las tareas que se nos ocurran, sin preocuparnos por el orden, simplemente vacía tu cabeza de todas las ideas que tengas. Luego escribiremos paso a paso todo lo necesario para lograr esos objetivos.
Nota: ¿Te acuerdas de la hoja donde escribimos todas las tareas que se nos han ocurrido?, pues simplemente puedes acabar de rellenarla con todo lo que creas que falte. Aquí acabo de apuntar todas las tareas que me faltan para conseguir los hitos intermedios. Una vez que están todas las ordeno y las paso a la hoja de ruta. Creo que es importante volver a escribirlas ya que ayuda a fijarlas y a revisarlas. Según las voy escribiendo las voy desglosando y van apareciendo nuevas.
- 5. Microtareas. Ya tenemos una buena hoja de ruta, con tareas, hitos y los objetivos que queremos cumplir. Ahora es cuando me toca releer todo lo que llevo escrito, para desglosarlo en nuevas tareas más simples. Siempre vamos a ver que todas estas tareas son complejas y se pueden dividir en tareas más simples, a estas las llamaremos microtareas, y estas no se podrán desglosar más. En muchas ocasiones veremos como repetimos tareas, como por ejemplo subir un vídeo a youtube, escribir un artículo en el blog, o tareas parecidas. En el caso de que vea que voy a volver a repetir estas tareas, genero un procedimiento que explica detalladamente este proceso.
Nota: si al desglosar una tarea, obtienes demasiadas microtareas, entonces puedes hacer dos cosas, eliminar esta tarea o convertirla en un hito intermedio y pasar a ser parte de la hoja de ruta como objetivo. Una división que suelo hacer es la siguiente: Objetivos, Hitos, Macrotarea (1h), Tarea (15min) y Microtarea (2min).
- 6. Pon Orden. Como vas a comprobar tenemos una lista de tareas enorme sin ningún tipo de organización. El trabajo en este punto es ser ser capaz de recolocar las tareas, analizando cuales deben hacerse antes que las otras. Unas tareas las podrás hacer en cualquier momento, sin depender de otras, y otras tareas tendrán que esperar a las anteriores para poder realizarlas. Las tareas que no dependen de otras tienes que darles prioridad, para que tengas un camino limpio desde el principio hasta el final. De esta manera vamos viendo los caminos de cada objetivo. En esta parte cualquier sistema de organización de tareas como GTD te vendrá muy bien.
Nota: En este punto te recomiendo que te tomes un descanso y retomes todo lo que quieres hacer en un par de horas o al día siguiente. Necesitas que tu mente repose para ser capaz de analizar con frialdad todas las tareas y darles prioridad. Recuerda que solemos confundir lo urgente con lo importante y una vez que nos centramos en lo importante damos prioridad a todo, produciendo el efecto de que nada es importante.
- 7. Fechas. Es fundamental asignar fechas a nuestra hoja de ruta. Haremos un calculo aproximado, empezando por las tareas pequeñas, para ir llegando a los objetivos, y al final nos saldrá una fecha. Este apartado es complicado hacerlo bien a la primera. Si nunca has hecho algo, es difícil saber cuanto vas a tardar, pero simplemente nos lo inventamos para tener fechas en la hoja de ruta. El que tengamos fechas es para tener presión y eliminar la pereza que nos impide movernos. Pon fechas realistas para conseguir que nos pongamos nerviosos sin agobiarnos, y que luego nos quite la ilusión.
- 8. Revisión final. Ten presente que la hoja de ruta no te va a salir a la primera, de hecho nunca será perfecta, por lo que establece ciertos momentos para hacer una revisión. Puedes hacerlo mensualmente o cada semana. De esta manera irás corrigiendo los fallos y sobre todo te darás cuenta de si el camino que has creado es el adecuado para conseguir tus objetivos. Recuerda que el Plan es flexible y que la hoja de ruta cambiará según cambie este y las circunstancias del día a día. Tampoco es bueno estar haciendo constantemente revisiones de la hoja de ruta y del plan.
¡¡Vaya tochaco me ha salido!!
Así que si has llegado hasta aquí, lo importante al final es que empieces y actúes. No es necesario que tengas la hoja de ruta perfecta, es más, con una hoja de ruta mediocre te vale. Cualquier planificación que hagas, ya sea este sistema u otro, lo importantes es que realices tareas te pongas en marcha.
Con la práctica y el tiempo verás que todo fluirá más rápido y tus objetivos estarán más cerca.
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